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Luego de que en octubre pasado el Congreso de la Unión aprobara diversas modificaciones a varias leyes como parte de las Reformas Fiscales 2022, diversos expertos han analizado el impacto que estas pueden tener en las empresas maquiladoras, principalmente en aquellas que forman parte del programa de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX), esto para poder detectar las medidas que se deben llevar a cabo para cumplir con los nuevos lineamientos.

La Reforma incluye la modificación de 200 artículos de diferentes leyes con el fin de fortalecer el control y la fiscalización sobre el contribuyente, entre ellas la Ley de Impuesto sobre la Renta (ISR), la Ley del Impuesto al Valor Agregado (IVA), la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), el Código Fiscal de la Federación (CFF), la Ley Federal de Derechos (LFD), así como de la Ley de Ingresos de la Federación (LIF).

El objetivo de la Reforma Fiscal 2022 es fortalecer el control y la fiscalización sobre el contribuyente, así como reforzar el concepto de materialidad (razón de negocios).

Si bien a raíz de estas modificaciones se ha levantado un debate sobre las posibles consecuencias que su implementación puede acarrear a la industria –entre ellas sanciones ante el incumplimiento de las nuevas cláusulas y la mayor responsabilidad que se le da al contribuyente para la realización de trámites–, los expertos coinciden en que de esta manera se podrá llevar a cabo de manera más precisa el control de riesgos y se elevará el nivel de cumplimiento entre las empresas.

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De acuerdo con Sandra Valeria Jiménez, socia de Comercio Exterior de Baker Tilly México, la parte positiva de la Reforma es que las empresas ahora deberán poner más atención a sus obligaciones fiscales, lo que dará mayor certeza al comercio exterior al eliminar o disminuir los riesgos de entablar negocios con empresas que no están bien establecidas.

Existen alrededor de 85 puntos que si el contribuyente no cumple pueden causar la cancelación de su sello digital, lo que les impide emitir facturas o CFDI
de nóminas.

En el caso de la industria maquiladora, las modificaciones más importantes son las relacionadas al impuesto sobre la renta, pues estas abarcan las deducciones relacionadas a la subcontratación, aviso de baja de trabajadores, Carta Porte, adquisición de combustible, deducción de inversores, ganancia inflacionaria y la limitación a la determinación de las utilidades/pérdidas cambiarias, así lo señaló Marco Aguiñaga, socio de Impuestos de Baker Tilly México.

De esta manera, ahora las empresas deben solicitar un mayor número de documentos probatorios y el contribuyente debe verificar que las compañías cuenten con los permisos vigentes para operar.

En el caso del Impuesto al Valor Agregado (IVA), uno de los principales ajustes es que el pedimento debe estar a nombre de quien realice la importación para efectuar el acreditamiento. Ahora, las empresas deben estrechar comunicaciones con el agente aduanal y verificar que las transacciones se realicen bajo el nombre correcto, pues en el caso de que se genera una factura con datos erróneos, se puede cancelar el sello digital o hacerse merecedor de una sanción de hasta el 5% del total de la factura.

Seguimiento y verificación

Si bien estos son solo algunos ejemplos de las modificaciones que podrían entrar el vigor el 1° de enero del siguiente año, ambos expertos coincidieron en que para poder llevarlas a cabo y mantener su sello digital, es vital que las empresas fortalezcan la coordinación entre las diferentes áreas relacionadas, principalmente la de finanzas, contratos y TI.

“Se han presentado casos en los que las empresas reciben solicitudes de información, pero estas no se ven y, por ende, no son atendidas, lo que hace que su sello digital sea suspendido. Cuando se le notifica a la empresa, esta señala que al no detectarla, pensaban que no estaban obligados a responder, pero no es así”.

Por ello, tanto Aguiñaga como Jiménez recomiendan que las empresas creen equipos de dos o tres personas que se dediquen a dar seguimiento a estas labores y a la verificación de documentos, como la Carta Porte, pues así se evitarán este tipo de suspensiones y se asegurarán de que los gastos puedan ser debidamente deducidos.

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A través de este equipo, las compañías deben implementar dinámicas que les permitan verificar que en los documentos, como el CFDI, realmente aparezcan los datos necesarios, y que estos coincidan en los diferentes formatos que se generen.

Los ingresos, las retenciones y actividades deben de hacer “match” con el CFDI y los complementos de pago.

Seguir estas sugerencias puede representar un primer acercamiento para el correcto cumplimiento de las Reformas, lo que influirá en las oportunidades de negocio de las empresas maquiladoras y les permitirá seguir contando con su sello digital, lo que las avalará como empresas responsables ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT).